jueves, 2 de agosto de 2012

Aventuras en Maletas

Aviones.
Salí del Aeropuerto de Monterrey el 1ro de Agosto a las 4:10 p.m. Ahí me subí sola al avión con destino a la Cd. de México. Fue un vuelo corto y como mi equipaje (dos maletas de 23 kilos c/u) iba con conexión no me perocupé por buscarlas en este aeropuerto. Cuando llegué a la Terminal 2 tomé el tren a la Terminal 1. Llegué y busqué el mostrador de Lufthansa. Después entré nuevamente a una revisión de mis maletas, caminé un pasillo largo largo largo y porfin llegué a la sala donde saldría el vuelo a Frankfurt con duración de diez horas y media. Mis compañeras llegaron justo diez minutos antes del abordaje y encontramos nuestros asientos sin problema. Nos proporcionaron una almohadita de pluma, una cobija que no usé porque tuve mucho calor todo el vuelo y unos audífonos y frente a nosotras teníamos una pantalla individual touchscreen para ver películas, programas, noticias, escuchar música, de todo. Como yo no puedo dormir en ningún lugar que no sea una cama y escuchar mi ipod solo me hacía tararear música, decidí poner dos películas y esa fue la única forma en que me quedé dormida. Nos sirvieron carne con papas de cenar, delicioso, y omelette y frutas de desayuno, delicioso.

Aeropuerto y Tren.
Salimos del avión y bajamos unas escaleras que nos llevaron a un pasillo ajustado para salir a una calle con buses grandes, de esos que se doblan por la mitad. Bajamos y fuimos a migración donde vieron mi visa alemana y la sellaron con la fecha de hoy y como temporalmente no había customs no declaré la comida que traje en las maletas... aunque no sé si deba hacerlo. Luego pasamos por las maletas y comenzó la aventura. Primero no, no había Wi-Fi gratis en ninguna parte y el tamaño y el peso no lo hizo nada fácil. Para evitarnos usar escaleras eléctricas, recorrimos gran parte del aeropuerto hasta encontrar un elevador. Bajamos y caminamos mucho denuevo hasta llegar a la oficina del Deutsche Bahn donde adquirí una tarjeta para usar el tren un año. Después salimos y teníamos que bajar a la terminal para usar el tren pero las escaleras eléctricas solo venían hacia arriba. Cuando llevábamos la mitad de las maletas abajo cargadas entre dos, un señor pasó y nos dijo con señas que enfrente estaban las escaleras eléctricas que bajaban. FAIL. Cuando llegó el tren nos subimos rápidamente y en la tercera parada, bajamos al Hauptbahnhof y no sabíamos por donde salir. Subimos y bajamos escaleras eléctricas hasta que subimos las correctas y llegamos afuera. La estación estaba techada con una estructura de metal café con molduras y tragaluces. Era enorme y estaba lleno de gente que nos veía, veía a cuatro niñas con dos maletas cada quien y una gran mochila en la espalda. Luchando contra el peso, las muñecas dobladas, las ampollas en las palmas y no saber a dónde ir. Cuando lo averiguamos, descubrimos que el Hostel estaba más cerca de lo que pensábamos.


Las Calles de Frankfurt.
Salimos de la estación y nos encontramos con una avenida ancha con restaurantes y tiendas a lo largo. Lo recorrimos y dimos vuelta a la izquiera con la motivación de que pronto dejaríamos de jalar y empujar más de 40 kilos de mugres. Efectivamente, como habían comentado antes, esa calle está llena de establecimientos de la "vida galante", pero entramos al Five Elements Hostel y no sabíamos cómo abrir la puerta. Estuvimos cinco minutos afuera hasta que llegó un guest y nos dijo que la puerta se jala y no se empuja. FAIL. Nuestro cuarto está en el último piso y parece una suite. Tiene un baño completo, un armario, una cama matrimonial, una cama individual con un cajón con otra cama individual, una mesa con cuatro sillas, una cocineta con fregadero, estufa, refrigerador, vasos, platos, sartenes, cuchillos, cubiertos, televisión plana, perchero y espejo de cuerpo completo entre otras comodidades. Parece que no hay clima, solo calefacción, pero la ventana se abre completa y el clima afuera está bastante agradable, alrededor de unos 25 grados, perfecto.
Preguntamos dónde había un mercadito cerca y nos dijeron que estaba del otro lado de la cuadra, pero tomamos otro camino donde vimos gente drogándose en la calle, enmedio del día, enmedio de la banqueta, con sus montoncitos de jeringas y polvitos y otros tirados, recargados sobre la pared. Llegamos a una placita donde había estructuras de cemento en forma de camas, nos acostamos sobre ellas y vimos como el cielo se levantaba precioso sobre los edificios. Luego llegamos al REWE donde descubrí que el capítulo de comida en la clase de alemán no me sirvió de mucho pues había muchas palabras desconocidas para mí. Ahí un ebrio saludó a una de mis amigas pero inmediatamente un señor de seguridad lo ahuyentó y lo sacó del local. Había muchas cosas de la marca Ja! que supongo que es la genérica. De cosas extrañas vi un apio regional en la sección de verduras que parecía mas bien como un betabel grande y blanco con hojas verdes. Hay muchos árboles y muchos carriles para ciclistas.

Si hay algo que aprendí hoy es que viajes con lo menos posible, en verdad no estoy cansada del viaje largo sino de arrastrar las maletas. También aprendí que mirar a los ojos y decir gracias te facilita un trato más amable por parte de las otras personas. Los tabledance abren a las 7:00 p.m. y tienen niveles, aqui hay unos Bistro... y que los cantantes del equivalente de American Idol en Alemania están bien desabridos.

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