lunes, 28 de mayo de 2012

Nadando en papeles

El 23 de Agosto de 2011, hace casi un año, fui a una junta informativa sobre un programa que desconocía. DAAD. Deutscher Akademischer Austausch Dienst. Sólo sabía que tenía que ver con intercambios a Alemania. Entré a uno de esos salones enormes con cientos de sillas y busqué un lugar vacío entre la gente, después nos explicaron todo y me gustó. Decidí aplicar con el miedo de no ser escogida, porque sabía que muchos, casi todos, tenían muy buen promedio, allá arriba de los noventa y cincos. Como mi promedio es -normal- me valí de mi nivel de alemán, ya que llevaba unos cinco años estudiando el idioma, el hecho de que era mujer y pocas aplican, que estudio biotecnología y sólo tres aplicamos, y contestar maravillas durante mi entrevista. 

Alguna de esas cosas debió haber llevado a los lectores del DAAD a escogerme como candidata al intercambio. Y ahora heme aquí, con mi carta de aceptación en mano, un bonche de papeles pendientes por enviar y esperando con ansias mi visa alemana de estudiante que tramité apenas la semana pasada. Y qué semana, en siete días soy parte de seis grupos diferentes en facebook con gente que también va a estudiar allá. La razón de personas que voy conociendo va aumentando exponencialmente y todavía no dejo mi país. 

Te soy sincera cuando digo, "no me la creo".