domingo, 2 de septiembre de 2012

Jenseits der Berliner Mauer

Nos levantamos tarde, naturalmente, por lo que salimos a mediodía y buscamos donde comer. Gaby y sus amigos nos llevaron a un restaurante italiano que servía buenas pizzas. Después de eso caminamos por Alexanderplatz, nos tomamos fotos en todas partes y después nos dirigimos al Museumsinsel. No es que sea una isla, solo que este pedazo de Berlin está rodeado por el río Spree y en él solamente hay museos. Unos de los edificios aquí, fueron construidos en el siglo XV. Solo los vimos por afuera porque entrar costaba caro. Vimos el Berliner Dom (catedral), el Lustgarten, el Alted Museum y el Alte Nationalgalerie. Sólo nos faltó echarle un vistazo al Pergamonmuseum y al Bodemuseum.

Cuando caminamos al Alte Nationalgalerie, nos encontramos con una mujer tocando el violín y un hombre acompañándola con la guitarra. Las notas del violín salían tan claras, brillantes y naturales, era impresionante que alguien estuviera tocando así en la calle por unos centavos. En mi opinión, y con todo respeto a los violinistas que he escuchado en vivo, es uno de los violines más hermosos que he escuchado. Me acerqué y dejé caer unas monedas sobre el estuche del instrumento y después me quedé escuchando. Pude haberme quedado toda la tarde escuchando cómo la mujer hacía llorar y cantar suavemente cada una de las cuerdas. Fuí feliz.

Después nos fuimos, caminamos por Unter den Linden para tomar un camión, pero antes dimos con la fachada del Humboldt Universität donde siempre venden libros de segunda mano. No pude resistirme y compré uno a dos euros que se llama Die schönsten Liebesgeschichten. Es una recopilación de pequeñas novelas románticas de diferentes autores alemanes como J. W. Goethe, J. von Eichendorff, H. von Kleist, Paul Heyse, G. Keller, T. Fontane, Arthur Schnitzler, entre otros. Después nos fuimos a ver el Sony Center. Es una especie de mol moderno casi al aire libre porque tiene un techo alto tipo carpa. Tiene una gran fuente enmedio donde los chorros cambian lentamente de altura, a veces salen unos chorros pequeños con luz. El edificio se ilumina de colores y hay tiendas y cafés alrededor. La gente de aquí dice que es algo que tienes que ver pero la verdad no me pareció nada espectacular (gajes de vivir cerca de EEUU, supongo). Estuvimos un buen rato paseando por ahí. Gaby y yo dimos con otro mol que estaba cerca donde había más tiendas y de marca, muy caras.

Después nos reunimos todos y ya de noche nos fuimos al Tiergarten. Llegamos a una zona donde había piedras enormes y jugamos ahí un rato, tratando de escalarlas, tomándonos fotos. Después llegamos al Edeka a comprar comida y todos cocinamos y comimos en el depa de Gaby. Arroz con carne molida y tortillas de harina. Probé una Porter con Erdbeeren (fresas) y estuvo buena.

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